Luego de terminar uno de los módulos me di cuenta, como autocrítica, que estaba todos los días enojada, cansada y me pregunté ¿Por qué?
Vivo con tres varones, dos hijos y mi esposo y todo lo relacionado a los quehaceres de la casa me tocan a mi... entonces me dije:
Cuando salgo de trabajar me gustaría hacer lo que ellos hacen, o sea nada... Hice el ejercicio de Enojo - Miedo - Pedido - Amor; lo hable con mis hijos y luego con mi esposo.
Mis hijos esa tarde ordenaron cada uno su dormitorio y propusieron lavar los platos entre los tres una vez cada uno.
Ya arrancaron lavando los platos y levantando la mesa y también resolvimos solicitar los servicios de alguien que nos ayude a cocinar.
Vamos de apoco, pero lo importante es que pude manifestar mi enojo, cansancio y ahora me siento mucho mejor. Es sorprendente, como ayuda, reaviva y fortalece cada módulo, feliz de participar en este curso.