Este programa me ayudó a pensar en los 8 cimientos de la vida, que son todos realmente importantes. Yo cometía el error de siempre focalizarme en un aspecto de la vida descuidando los demás, y haciendo que ese en el cual me concentraba tampoco fuese gratificante.
Con el programa, aprendí a entender, a perdonar y a empezar a darme cuenta de la conciencia de víctima en la que estaba inmersa. También empecé a prestar atención a temas vocacionales, que siempre me ha costado mucho reconocer.
Creo que tengo mucho para trabajar aún y que tengo que releer mis anotaciones y hacer algunos ejercicios, pero todo esto conduce a que viva más auténticamente, más desde quien yo soy realmente.
Espero seguir mejorando mi calidad de vida.