No me arrepiento y por supuesto que lo voy hacer de nuevo. Fueron unos días espectaculares internamente y siento que Dios, el Universo me escucha, me mira, me observa, sonrie conmigo y me dicen que todo está hecho, lo siento dentro de mi y ahora vivo de tal manera.
Tengo una energía hermosa que me impulsa hacia adelante y me invita no perder un minuto de mi vida.